Este chino tiene nombre largo como casi todos los Príncipes, luce su un tanto ridículo atuendo en la cabeza con desenvoltura, no tiene conciencia de que niguna persona salvo él usa lo qe usa. No le importa, está en la edad en que la opinión d elos otros no tiene la menor importancia.Quizás se pregunten por mi manía de retratar a personas chiquitas, a veces son niños a veces son chiquitas por su ingenuidad, +este es uno de los casos.
Me gustan los niños y las personas "chiquitas", en ellos habita una cierta esperanza que otros han perdido.
Acrílico sobre madera entelada
18 cm x 24 cm
2009
Este chinito se fue a cuidar la princesita Rita
que vive en Rosario a cuidar su sueño, a jugar con agua y con Gosth todas las veces que pueda.
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