Las Chinas no siempre están felices, aunque procuran estarlo a veces llega un viento, una correntada y van dando tumbos y girando hasta que pueden detenerse otra vez en un lugar más agradable y menos vertiginoso.
Si querés llorar, llorá le dicen sus amigas y también agregan, tenés todo para ser feliz.
Esta china llora y llora..tanto que va creando un mar plateado donde puedan vivir peces brillantes y movedizos.
Adiós, adiós tristeza
Acrílico sobre bastidor dorados y plateados
2009
Precio: $ 60
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