Llegó el otoño, no ha visto hojas amarillas acumuladas en las veredas, no ha caminado haciendo sonar las hojas, pero las ha recordado y con su recuerdo, hilando palabras e imágenes ha escuchado decir al poeta griego
estos versos:
Vuelve
Vuelve a menudo y tómame,
sensación amada, vuelve y tómame,
cuando despierta del cuerpo la memoria
y un ansia antigua por la sangre pasa,
cuando los labios y la píel se acuerdan
y sienten las manos como si otra vez tocaran.
Vuelve a menudo y tómame, de noche,
cuando los labios y la piel se acuerdan.
Kavafis (1912)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario