viernes, 16 de abril de 2010

Infinithada

Ha pasado tiempo ya, lo sabe porque tiene muchas historias para contar y muchas personas a quienes recordar. Algunas veces volvió a China. hace muchos tiempo ya compró en un mercado chino un té de jazmín y 3 cuencos pequeños donde tomar té. Uno sería para ella y los otros dos para sus hijos que aún vivían con ella. Le habían regalado una tetera blanca con un tazón debajo. En otro viaje compró hongos Shitake y se dejó acompañar por un caballero chino que le mostraba despreocupadamente, porque lo conocía casi de toda la vida, algunos sectores del imperio. Lo que más le gustó de ese viaje fue el caballero, el pollo caramelizado con ananá y dos monedas de plata antigua que tenían dragones en su dorso. La vida parece infinita se dijo a sí misma para no olvidar Título: Infinithada Técnica: acrílico sobre madera entelada Tamaño: 13 cm x 18 cm

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